REDUCCIÓN: Sacerdote Víctor Pugnatta…. Falleció en 2006, pero la gente cada vez más cree que es “Milagroso”

El Padre Víctor era así, siempre tan informal, tan desapegado a las normas, pero tan pegado a la gente.

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Foto: Puntal

Fuente de Información: Eduardo Tyrrell, Historiador de Río Cuarto.

El 1 de Mayo de 2006, el administrador de “Enamórate de Córdoba”  Gerardo Tito Bessone había viajado a Reducción junto a su familia, como casi todos los 1 de Mayo desde que había nacido; tras el tradicional Vía Crucis la Procesión de detuvo en el “Cristo Chico” de Reducción y Gerardo estaba justo al lado del Sacerdote Víctor Pugnatta durante el rezo del Padre Nuestro se tomaron de la mano. No se imaginaba “Tito” que ese 1 de Mayo no era uno más, el Sacerdote que muchos fieles tildan de milagroso fallecería al día siguiente. Paradojas del destino, el 1 de Mayo es el día de las peregrinaciones a Reducción y el 3 de Mayo es la fiesta patronal de la localidad, pero el 2 de Mayo era un día más… inmortalizado para siempre como el Aniversario del fallecimiento del Sacerdote Víctor Pugnatta.

El Padre Víctor Congregaba Multitudes en las Misas de Sanación; nació en la ciudad de Río Cuarto el día 09 de noviembre de 1945, y el 22 de ese mismo mes fue bautizado en el Santuario Nuestra Señora de Fátima, Hijo de familia humilde y trabajadora, sus padres y su hermano Mingo. Ingresó al Seminario Diocesano de la Concepción de Río Cuarto en el año 1962.

Fue ordenado diácono el 12 de octubre de 1968, y el 10 de Mayo de 1969 fue ordenado Sacerdote por Monseñor Moisés Julio Blanchoud.

033ISRAEL: Víctor Pugnata y una historia increíble en Galilea.

El 11 de Mayo de 1969, celebró su primera misa en la Parroquia Santuario Nuestra Señora de Fátima. Ocupó muchos cargos en la Díocesis de la Ciudad de Río Cuarto; aunque siempre será recordado por su paso a cargo del Santuario del Cristo de la Buena Muerte en Reducción.

El 3 de Enero de 1971 fue designado Vicario Cooperador de la Parroquia de Reducción, con atención y sede en la Capellanía de Las Acequias. Con motivo del fallecimiento de Monseñor Lino Antonio Verri, pasó a desempeñarse como cura Párroco y Rector del Santuario del Señor de la Buena Muerte, el 3 de Mayo de 1974, cargo que ocupó hasta su muerte en 2006.

Fundó el Ministerio de Evangelización “Talita Kum”, con el espíritu misionero del cura Brochero, Atendiendo a personas que necesitaban ser escuchadas y saberse bendecidas por el amor de Dios, y en los últimos años de su vida las Misas eran multitudinarias. Los terceros sábados de cada mes celebraba la Misa al Espíritu Santo por los enfermos, a la que asistían una numerosa cantidad de fieles.

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Cuentan en el Santuario que hubo gente de Perú, Chile, Uruguay y hasta de México, que llegaron hasta aquí en busca de sus bendiciones. Graves casos de depresión, drogadicción, y hasta de cáncer habrían encontrado cura los jueves de sanación, durante los ya famosos retiros que impulsó el sacerdote, sin dejar de lado los impactantes exorcismos cuyos detalles luego eran amplificados por el boca a boca.

Dicen sus allegados que gracias al “Víctor” como le decían el amor hizo posible que una niña paralítica de nacimiento caminara cuando el padre Víctor la abrazó, la acarició y esta criatura se sintió amada por primera vez, porque el papá la había abandonado y la Mamá estaba enojada con Dios y con todos porque por culpa del problema de su hijita ella no podía terminar sus estudios; el padre Víctor y Jesús a través de sus brazos y sus palabras llenó de amor el corazoncito de esta niña y estalló ese amor, el padre Víctor la invitó a jugar a la placita que se encuentra al frente del Santuario y ella se puso de pie y juntos allá fueron, él con su alba y su casulla y ella, pequeñita pero caminando por primera vez.

Un día viajando a Reducción desde Río Cuarto, el padre Víctor se detuvo y levantó a una prostituta, le habló de un Dios vivo que la amaba y que había dado su propio hijo por su salvación. Esta mujer lloró sus pecados y se entregó a Dios, su vida cambió.

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En Tucumán pasó algo hermoso una señora llorando contó su problema, tenía un cáncer y un hijito de seis años que se iba a quedar solo cuando ella muriera en el momento de la misa deposito su confianza en Dios y le entregó todo a Él, su enfermedad y su hijito, esa noche el Señor a través de padre Víctor sanó mucha gente, pero el que más impactó fue en el momento después de la Eucaristía, el padre Víctor sin saber de este caso dice: “Aquí a mi derecha hay una mujer que está enferma de cáncer”. La describió: “es de cabello corto, joven y tiene un hijito de seis años”. Luego dijo: “el Señor esta noche te ha curado totalmente. La semana que viene andá al médico y pedile un certificado de sanación y mandámelo para la gloria de Dios.

El Padre Víctor era así, siempre tan informal, tan desapegado a las normas, pero tan pegado a la gente. Tan interesado en las cosas del cielo como en las de la tierra, sobre todo cuando del dolor humano y de los pobres se trataba.

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