
SAN AMBROSIO: La valija del cordobés que murió en el Titanic.
La valija del argentino estaba a 3800 metros de profundidad, en el gélido lecho del Atlántico Norte
La historia cuenta que hacía apenas 10 días que Edgar Andrew había cumplido los 17 años cuando se embarcó en el transatlántico de colosales dimensiones y lujos
Centro- EsteLa escuela Salesiana es una donación con cargo de doña Adelía María Harilaos de Olmos tras su muerte .
La Escuela Agrotécnica Salesiana Ambrosio Olmos, se ubica en la zona rural de San Ambrosio, unos 30 Km al este de Río Cuarto. Está emplazada en la antigua estancia El Durazno.
Una parte fundamental de la historia de El Durazno tiene que ver con la familia Andrew, responsables de la administración de la propiedad. Samuel fue el principal mayordomo de la estancia, después su tarea recayó en su hijo Wilfred. Algo muy curioso es que Edgard Andrew, otro de los hijos de Samuel, fue el único pasajero argentino que viajaba en el Titanic (el famoso trasatlántico británico que se hundió en 1912). La historia cuenta que falleció tras entregarle su salvavidas a una joven, y se dice que esto inspiró la película protagonizada por Leonardo Di Caprio.
La historia cuenta que hacía apenas 10 días que Edgar Andrew había cumplido los 17 años cuando se embarcó en el transatlántico de colosales dimensiones y lujos.
El joven de San Ambrosio era el séptimo hijo de Samuel Andrew, inglés que trabajaba como mayordomo en la estancia modelo del exgobernador de la Provincia, Ambrosio Olmos, en el sur cordobés. Edgard cursó el primario en la Escuela Normal de Río Cuarto.
Edgar Andrew vivió en la estancia cerca de Río Cuarto hasta 1911, cuando su madre Annie Robson decidió enviarlo a su Inglaterra natal, para que se forme en el Collegiate Schooll de Bournnemouth (su padre había fallecido en 1905). Permaneció en Gran Bretaña hasta el fatídico abril de 1912, cuando se embarcó rumbo a Estados Unidos. Le tocó el viaje inaugural del mítico Titanic.
Iba a asistir al casamiento de Silvano Alfredo Andrew, su hermano en Nueva York, quien aspiraba a que Edgar trabaje en la compañía familiar de su esposa, Harriet Fisher.
Originalmente, Edgar no iba a viajar en el Titanic, sino en el Oceanic, pero como había huelga de carboneros en Inglaterra, y todo el carbón disponible se destinaba al viaje inaugural del barco más grande y lujoso jamás creado, debió cambiar el boleto, lo que determinó su destino fatal.
El joven vivió en una estancia cerca de Río Cuarto, pero su familia se radicó en Villa General Belgrano, donde una sobrina-nieta relata las vivencias que le contaron sus antepasados, con gran emoción, recordando cada paso de su tío-abuelo en los días previos al naufragio del por entonces barco más grande del mundo.
Violet Jessop es la otra argentina que estuvo a bordo del Titanic, aunque la suerte para la bahiense fue distinta. Era una de las 23 camareras y una de las 712 personas supervivientes que se salvaron embarcando en uno de los botes salvavidas.
La valija del argentino estaba a 3800 metros de profundidad, en el gélido lecho del Atlántico Norte
La pintoresca capilla que tiene el predio levantada en 1912, pero no fue utilizada hasta 1941
La escuela Salesiana es una donación con cargo de doña Adelía María Harilaos de Olmos tras su muerte .
Quizás la historia es fruto de la imaginación de los protagonistas… Quizás el rancho fantasma no exista … Pero coincide con una historia similar vivida días antes de la Navidad del año 2016 por un cordobés de General Cabrera
por su ubicación suele ser una parada refrescante para aquellos turistas que ingresan por la autovía a las sierras de Córdoba
si está leyendo esta nota de noche, ¿¿¿ No siente un ruido extraño detrás suyo en estos momentos???
En la localidad de Los Cocos, a nivel recreativo, se destaca el Complejo denominado El Descanso
también un complejo infantil, que cuenta con juegos y un pequeño tren que transita sobre el borde de la montaña
La escuela Salesiana es una donación con cargo de doña Adelía María Harilaos de Olmos tras su muerte .
La pintoresca capilla que tiene el predio levantada en 1912, pero no fue utilizada hasta 1941
La historia cuenta que hacía apenas 10 días que Edgar Andrew había cumplido los 17 años cuando se embarcó en el transatlántico de colosales dimensiones y lujos
La valija del argentino estaba a 3800 metros de profundidad, en el gélido lecho del Atlántico Norte