
ALTA GRACIA: Iglesia Jesuítica… Patrimonio de la Humanidad.
Actualmente, además de ser un recurso turístico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la iglesia funciona como parroquia de la localidad.
La historia de Calmayo se remonta a 1772, cuando el rey de España le otorgó a la familia Gigena Santisteban la posesión de esas tierras
Calamuchita- Paravachasca
Redacción Enamorate de Córdoba
Su nombre deriva de las palabras aborígenes Cala-Mayo que significa “arroyo del tala”, árbol característico de la zona. La principal actividad económica de Calmayo es el turismo y, en segundo lugar, la ganadería.
La localidad de Calmayo se sitúa a 87 kilómetros de la capital de la provincia de Córdoba. Justo en la mitad del antiguo camino real que une Santa Rosa de Calamuchita con San Agustín, se encuentra este poblado que se presenta como detenido en el tiempo.
Al pasar por San Agustín, hay que internarse por un camino de tierra de unos 13 kilómetros para llegar hasta allí.

La historia de Calmayo se remonta a 1772, cuando el rey de España le otorgó a la familia Gigena Santisteban la posesión de esas tierras a cambio de la explotación y el envío de oro. La extracción se hizo en tres minas, El Tío, Tacuarí y Pampayo, y la abundancia del metal existente llevó a que con el tiempo el conjunto fuera conocido como El Triángulo del Oro. Pero la explotación fue tan exhaustiva que no sólo se agotó el oro, sino que además las minas se inundaron, porque la excavación llegó a las vertientes subterráneas. Lo primero que hicieron construir los Gigena fue precisamente el casco y luego la iglesia de la estancia de 2000 hectáreas, que llegó a tener una enorme influencia en la zona. Fue recién en 1926 que se creó el loteo que dio origen a la actual localidad, que en la primer etapa se llamó VALLE DE CALMAYO, por las familias de origen irlandés Brown, Munro y Bradbury, décadas más tarde se anexó el loteo realizado por La Rocca, Sagues-Alcao.
Para muchos, este camino es conocido porque es uno de los tramos por donde se corre el Rally: desde Santa Rosa a San Agustín, son casi 24 kilómetros con curvas y subidas. Es usado por ciclistas que ponen a prueba su resistencia surcando este trayecto.
Cuenta con una plaza, en cuyo entorno se concentran varios edificios públicos. La escuela, que llena con los colores de la infancia este paisaje paradisíaco. El puesto sanitario, la sede comunal y la iglesia, puntos clave que nos cuentan un poco de la historia del lugar. La dinámica de esta comuna también fue construida con la cosmovisión colonial, por los españoles.

Los relatos siguen vivos en esta localidad donde los lugareños cuentan historias sobre las minas de cobre de los jesuitas o las de oro, explotadas durante el siglo pasado.
Esta zona también es famosa por la actividad minera, desde sus inicios cuando –según los historiadores– Gigena Santisteban recibió del Rey de España la posesión de tierras a cambio de la explotación y envío de oro. Agotado el metal, todavía se pueden ver canteras que extraen dolomita, cuarzo y feldespato, entre otros minerales.
Calmayo ofrece una exquisita gastronomía regional que reúne los mejores productos de la zona y los aromas más destacados de ella. Platos elaborados a partir de recetas tradicionales invitan a los visitantes de Calmayo a no perderse de degustarlos.

Se acentúan dos edificaciones entre una plaza y algunas casas diseminas: una encantadora iglesia, construida hace más de un siglo, y una típica posada llamada “La Casona”, alzada sobre el casco de una antigua estancia.
Los habitantes viven de la ganadería y del turismo. Cada 24 de septiembre, el pueblo realiza su fiesta patronal en evocación a la Virgen de la Merced.
Desconectate del caos, y venite a Calmayo, “la calma en la cima del Valle”,que te espera para pasar tardes y noches de paz en un entorno natural apacible.
----------------------------------------------------------------



Actualmente, además de ser un recurso turístico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la iglesia funciona como parroquia de la localidad.

El Tajamar de Alta Gracia es parte de la historia misma de los Jesuitas en la Ciudad

En 1938 cuando la Ciudad de Alta Gracia celebraba sus 350 años se construye el reloj

El Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers, data de 1643

Desde que Monseñor Bergoglio, sacerdote Jesuita; llegó a ser el Papa Francisco; el interés de la obra de esta orden sacerdotal fue en incremento día a día

Muchos almacenes de ramos generales subsisten en la localidad de Amboy



Hoy, las casas que habitaron Lino E. Spilimbergo y Guido Buffo, convertidas en museos y con exhibiciones de artistas locales, pueden visitarse durante los fines de semana y feriados.

Fue realizada por el italiano Guido Buffo en la década de 1940 luego de perder a su esposa Leonor y su hija Eleonora

Actualmente, además de ser un recurso turístico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la iglesia funciona como parroquia de la localidad.

En el mismo lugar, junto a la capilla Buffo, se encuentra la casa y museo de Guido Buffo.

Comprende 5.000 hectáreas de superficie, que incluyen las nacientes de los arroyos Cabana y Las Ensenadas

vista única a las sierras de Córdoba desde el Mirador ubicado en la parte alta de la capilla