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LA PARA: El Primer hotel abandonado de la laguna de Mar Chiquita.
El hotel de cinco estrellas se comienza a construir en 1924, en pleno monte y playa, como réplica del Savoy de Buenos Aires
Centro- Este Redacción Enamorate de CórdobaFuentes de información y Fotos : La Voz de San Justo , “Me lo dijo Pérez” y Noti On Line
A la hora de hablar de hoteles abandonados en la zona de la laguna de Ansenuza en la Provincia de Córdoba siempre hablamos del Hotel “Viena” y sus fantasmas a la orilla de la localidad de Miramar; quizás esa historia opaca otra mucho más interesante que fue la instalación de un hotel de cinco estrellas en la localidad de La Para hace muchos años.
Se trata de Savoy Hotel que estaba ubicado en las márgenes de la Laguna y fue construido por Pablo Guglieri, un inmigrante radicado en La Para. Un imponente hotel de lujo, de dos plantas y 130 habitaciones.
La historia del hotel y de la localidad va de la mano con la historia de Pablo Guglieri, un inmigrante italiano que se radicó en La Para por cuestiones de salud en 1919; después de dedicarse a la actividad frigorífica y agropecuaria en la provincia de Buenos Aires donde compra importantes extensiones de campo en zonas donde el ferrocarril empieza a extenderse, planifica urbanizaciones y funda Daireaux y la localidad de Gardey
El empresario funda un nuevo pueblo llamado Villa Mar, al borde de la laguna y cercano al hotel Savoy que habilita en 1926. También estuvo frente a la intendencia municipal desde 1926 a 1928. En 1930 reasume al cargo esta vez como interventor y aparentemente lo deja en 1932.
El hotel de cinco estrellas se comienza a construir en 1924, en pleno monte y playa, como réplica del Savoy de Buenos Aires; pero éste estaría rodeado de una naturaleza agreste, la laguna y sus aves. Fue el hotel que demando la inversión más grande hasta entonces realizada en ese rubro en Córdoba.
Guglieri tuvo en la zona otros emprendimientos como criaderos de nutrias, ranas y pejerreyes, plantaciones de cítricos y olivos. Fundó en La Para un barrio que hoy lleva su apellido.
Guglieri diseña el pueblo Villa Mar para competir con Miramar, siendo que esta localidad estaba muy naciente y aún no tenía hoteles de lujo en la década del ´20, entonces la gente de mayores recursos económicos se alojaba en el Savoy. Era el hotel de la elite cordobesa que elegía las aguas milagrosas y curativas de Mar Chiquita para vacacionar, pero lejos de Miramar.
El edificio abarcaba una superficie de una hectárea, sobre la playa más amplia y resguardada que tenía la laguna. En el frente, de dos plantas, estaban los dormitorios y salón de fiestas en la alta; y en la parte baja se encontraba el salón comedor, bar, vestíbulos, salón de lectura, salón de fumar y toilettes; además de bar, billares, peluquería, orquesta permanente, cancha de tenis y cricquet.
En el centro estaban instaladas las cocinas, toda su batería era de níquel y había sido especialmente fabricado en Austria. Había pastelería y panadería que elaboraban el pan y las masas para el consumo, y un frigorífico, éstos estaban independientes del resto del edificio.
Foto: El sector donde estaba el hotel en una foto actual
En los costados y parte media, tenía dormitorios y baños comunicados por amplios corredores. En la parte posterior del edificio, estaban instalados los garajes, y dormitorios para el personal de servicio; que en sus comienzos eran alrededor de cien personas que procedían del Savoy Hotel de Buenos Aires. Se había instalado una usina propia, mediante la cual suministraban luz y energía eléctrica, de esta forma se podía mantener el frigorífico y la fábrica de hielo.
Foto Actual: Captura de Google Maps en medio de la laguna
Había dos piletas de natación, una de agua dulce de 2 metros de profundidad, alimentada con cinco pozos surgentes; y la otra de agua salada construida dentro del mar, alimentada por este. Además había 80 casillas particulares para baños de mar. Tenía un muelle que penetraba a la mar con una extensión de cien metros.
Además, contaba con una habitación destinada a oratorio con la advocación de San Antonio y con teléfono privado que comunicaba el hotel con la punta de rieles en La Para. Un ferrocarril de 17 kilómetros de longitud unía la Estación Ferroviaria de La Para con el hotel, con destino a trasladar a quienes se alojaran.
En la publicidad el Hotel Savoy por aquella época ofrecía al huésped baños termales, de fango y de sol y brisa marítima, con el slogan «Cada día de veraneo equivale a un año de vida».
El ocaso del gigante
La historia oficial dice que en el año 1936, el tren había dejado de funcionar, la época de auge había menguado, el turismo al Hotel Savoy fue disminuyendo, y mantener el pequeño ferrocarril ya no era conveniente. Aproximadamente en 1937, hubo un avance de las aguas de la laguna, que llega hasta el hotel; luego retrocede pero produciendo daños en el edificio, con altos costos de mantenimiento.
En 1938, la panadería y el frigorífico ya no producían para autoabastecerse, los productos eran llevados desde La Para. En el año 1940, Guglieri ordenó que lo demolieran ya que las aguas saladas de la laguna produjeron daños en el edificio del hotel que se fue desactivando y despoblando para pasar a ser solo parte de la historia, demoliendolo en 1943.
La verdadera razón por la que lo demolieron
El mito urbano dice que el propietario inmerso en la tristeza había terminado odiando el hotel; ya que que fue testigo de un grave accidente, en plena temporada turística y a pocas semanas de haber sido inaugurado.
Delia Guglieri, hija de Pablo pierde la vida en un accidente aéreo ocurrido el 23 de febrero de 1927 en las inmediaciones del hotel cuando efectuaba un vuelo en la que el piloto de apellido Vera resultó con graves heridas. Pablo Guglieri observó desde el costado de las piletas la caída del avión en el frente mismo del hotel.
Foto del accidente
En el avión iba Vera y Delia Guglieri, hija de don Pablo, quienes se habían dispuesto a volar sobre las localidades cercanas.
Algo anormal debió notar Vera, pues volvió de nuevo y pocos instantes después el aparato, balanceándose peligrosamente, se dirigió a gran velocidad hacia el suelo. Eran las 11,30 de la mañana.
El señor Pablo Guglieri estaba en las casetas de baño, al lado de las piletas, mirando el vuelo. El avión mientras caía, pasó a pocos metros de la cabeza del mismo: Pasó un segundo y el avión se estrelló en el terreno que se hallaba detrás de las casetas, en el frente mismo del hotel, con enorme ruido de hierros y maderas que se entrechocaron y rompieron.
Foto: La Joven fallecida en crónicas de la época
El cuerpo de Delia fue extraído por los veraneantes y los empleados del hotel, quienes sacaron a la joven fallecida.
Una historia asombrosa, trágica, desconocida por muchos pero muy rica para ser contada. Tal vez, fue tapada por las inundaciones de Miramar y los fantasmas del Hotel Viena
El hombre de negocios
Pablo Guglieri, un inmigrante italiano que llega a Argentina en 1885 fundo las localidades de Daireaux y Gardey en la provincia de Buenos Aires e impulsor del desarrollo La Para en nuestra provincia
En 1893 forma parte del movimiento revolucionario radical, pero pronto los negocios desplazan al revolucionario, para pasar a ser proveedor de 10 mil kilos de tocino por semana a los trabajadores que construían el ramal del ferrocarril a Neuquén, para después pasar a ser proveedor del ejército en épocas del presidente Julio A. Roca, compra tierras en la provincia de Buenos Aires donde realiza las urbanizaciones, además de enviar a Italia en la Primera Guerra Mundial parte de sus cosechas de trigo, logrando cumplir holgadamente el objetivo que tenían los inmigrantes, que fue hacer la América
Tras radicarse en La Para además de la construcción del hotel y la fundación de Villa Mar, estuvo al frente de la intendencia municipal de La Para desde 1925 a 1928, impulsando el desarrollo del pueblo, demarcó calles, la plaza pública y el cementerio. Fue comisionado de 1931 a 1932.
En el último tiempo, Guglieri se instaló en Marull. Pero en 1952 se radicó en Córdoba, donde murió el 26 de septiembre de 1953 a la edad de 88 años.
En 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial. Guglieri acudió en ayuda de sus paisanos: parte de sus cosechas de trigo fueron enviadas para asistencia a Italia. En 1919 la combinación de factores como el estancamiento de la actividad agrícola, los variados sucesos políticos y sociales que se sucedían en Buenos Aires, y a su quebrantada salud, determinaron que vendiese la parte principal de sus campos e iniciase su etapa siguiente en La Para.
Un mito urbano escatológico
Otro mito urbano de la zona de La Para dice que Guglieri cuando andaba por el campo se limpiaba el cuerpo después de hacer sus necesidades con billetes de baja denominación y que los hijos de los peones de la estancia lo recogían y los limpiaban ya que les servían para comprar golosinas y útiles escolares . Media asquerosa la historia
Este emprendimiento, que está ubicado en Av. Rafael Núñez 4580 -en el predio de la ex Casa China-
Forma parte de un gran corredor verde de la ciudad de Córdoba junto al Parque del Kempes, Parque del Chateau y la Reserva Natural Urbana General San Martín.
Fotos: Estefanía Bessone
La propuesta incluye la incorporación de juegos para niños, bancos, recipientes para residuos y una forestación integral de todo el espacio público.
Fue erigida gracias a la persistente gestión de todo un personaje de la zona: Don Francisco Ricciardelli.
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En esta oportunidad el testimonio nos llega por una casualidad, u otra cosa que no le encontramos explicación válida.
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Quizás los fantasmas no abracen, quizás sólo sean fruto de la imaginación de las personas… Pero vos que estás leyendo esta nota de noche… ¿¿¿ No sentiste un ruido extraño detrás de ti…????