TOLHUIN: Una familia Cordobesa podría haber visto un fantasma patagónico sin saber de qué se trataba.

Tal vez los fantasmas del lago no existan pero usted… No escuchó un ruido extraño detrás suyo…

Centro- Este Redacción Enamorate de Córdoba Redacción Enamorate de Córdoba
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Uno de los placeres más lindos de la vida es gastarse el dinero que uno gana haciendo lo que más le gusta; de esa manera piensa una familia de General Cabrera que ahorra durante todo el año,  incluso privándose de darse algunos gustos, para tomarse unas merecidas vacaciones recorriendo en su auto cada rincón de Argentina durante los verano. Como sucede habitualmente en esta sección preservaremos la identidad de la familia.

En uno de esos viajes decidieron pasar dos semanas en la isla de Tierra del Fuego alojándose en diferentes lugares; la isla que pertenece a la Provincia Argentina que incluye las Islas Malvinas, tiene tres poblaciones; Ushuaia, Río Grande y Tolhuin; esta última es la más pequeña y menos conocida. Instalados en Tolhuin se alojaron en una cabaña al lado del lago Fagnano y de allí empezaron a visitar los restantes lagos de la zona.

Dejando la Ruta 3 hicieron unos cuantos kilómetros rumbo a la frontera con Chile para visitar el lago Yehuin; la única referencia en el GPS era “Hotel abandonado Lago Yehuin” y hasta allí fueron; sin lugar a dudas  es uno de los lugares más bellos de la Patagonia, un lago celeste sin nada de contaminación rodeado de un área protegida de la naturaleza de plantas autóctonas de las más variadas que llenan de color a la zona que en invierno tiene más de un metro de nieve.  El silencio solo era interrumpido por dos niñas que correteaban y gritaban a más o menos un kilómetro; los cabrerenses disfrutaban del paisaje.

Por la noche la hija de la familia no terminaba de entender porque un lugar tan bello no tenía visitas de turistas y el hotel había entrado en quiebra, con el uso de google encuentra un artículo del año 2009 de la página “Crónicas fueguinas” que dejó helada a la familia

El artículo dice: “…Era el domingo 10 de diciembre de 1989 a las 18:00 cuando Mario Sura, propietario de la lancha, decidió salir a dar una vuelta en el lago junto a otros dos mayores; Pedro «Cacho» Gallardo de 35 años y Carlos Santana de 47, llevando todos a sus hijos y a otros niños que los acompañaban en ese día de campo. Las crónicas de ese tiempo cuentan que al menos tres personas se bajaron del viaje, a último momento, a causa de la falta de espacio, ya que la lancha estaba sobrepasada en su capacidad, por lo que varios familiares quedaron a la vera del lago esperando un regreso que nunca se produciría

La lancha surcó las frías aguas quedando a una gran distancia de la costa cuando se produjo la fatalidad sobre la cual se tejieron todo tipo de versiones, pero nunca se pudo comprobar fehacientemente el causal de tanto dolor.

Desde un niño que cayó al agua generando alerta a bordo y la desestabilización de la embarcación, hasta una vuelta de campana por el propio peso del excesivo pasaje, hasta una explicación que brindan con detalles técnicos, aquellos que conocían la lancha.

 «La lancha era una lancha de río, que lleva la parte delantera sin casco y va descubierta», explican quienes la conocieron, asegurando que el traicionero oleaje llenó de agua la proa llevándola a pique de forma inevitable.

Para ello, un detalle no menor es que faltó el tapón de seguridad de un compartimiento estanco que poseía la embarcación en su base, lo que dificultó su hallazgo -así como el de varios cuerpos- ya que el compartimiento lleno de agua llevó la nave hacia las profundidades evitando que volviera a emerger. La verdad se fue con la extinción de estas doce vidas.

Las crónicas periodísticas e históricas, a partir de la mala conservación de las mismas, son ambiguas en relación a los sucesivos días de conmoción y búsqueda, ante una comunidad que masivamente se volcó hacia este lugar para colaborar con los rastrillajes, lo que incluso demandó cerrar la ruta para evitar un entorpecimiento de la labor que llegó a contar con rescatistas llegados de todo el país y de Chile, a la vez que el hecho repercutió como pocas veces -en ese entonces- en las marquesinas de los grandes medios de comunicación nacionales. Las primeras esperanzas que hablaban de la zozobra de la embarcación que obligó a tener que atracar en un punto alejado del bosque aledaño al lago, quedaron despedazadas con el hallazgo del primer cuerpo de uno de los niños en la costa, y a las pocas horas con el hallazgo de uno de los mayores.

Desde un helicóptero que rastrillaba desde el cielo, se halló flotando el cuerpo de Pedro «Cacho» Gallardo, quien era el único ocupante que llevaba traje de neoprene, pero tampoco ello lo salvó de perecer a causa de un paro cardíaco.

Luego fueron varios días de una incógnita total que acrecentaba aún más el dolor de las familias destrozadas, cuando terminó siendo decisiva la colaboración de los buzos chilenos «cholgeros», que por acostumbramiento resistían muchas más horas la inmersión en las gélidas aguas y finalmente pudieron dar con la lancha hundida, junto a casi la totalidad de sus malogrados ocupantes, quienes por distintas circunstancias habían quedado aprisionados en el fondo del lago.

A este terrible saldo dejado por la tragedia se sumó una incertidumbre agobiante, como la es hoy aún, la desaparición de la pequeña Carolina Gallardo de 10 años, quien nunca apareció a pesar de que los rastrillajes se extendieron por mucho tiempo más. Luego vendría el silencioso dolor -puertas adentro- de las familias que quedaron destruidas a causa de una tragedia que hace 20 años enlutó a todos los fueguinos…”

La pagina web “Paranormal” agrega “…Se rumorea que en las noches se escuchan gritos en el lugar, y que de dia se suele observar que los niños suelen jugar como si se encontraran en presencia de alguien…”

La lectura de los artículos enmudeció a los cabrerenses que nunca tuvieron miedo ya que no conocían la historia de antemano… Tal vez los fantasmas del lago no existan pero usted… No escuchó un ruido extraño detrás suyo…

256GENERAL CABRERA: Extraño humo de cigarrillo en la oscuridad de la noche.
257GENERAL CABRERA: Albañil Asustado en el cementerio de Cabrera.
257GENERAL CABRERA: Albañil Asustado en el cementerio de Cabrera.
258GENERAL CABRERA: Las pelotitas de la Plaza.

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