CAPILLA DEL MONTE: Los Paredones… en contacto con la naturaleza
El paisaje único de Los Paredones, y la paz que transmite la naturaleza, hacen de este lugar una atracción
con buena condición física no hay demasiados inconvenientes para llegar
Punilla Redacción Enamorate de CórdobaLlegar al dique Los Alazanes es una de las excursiones más interesantes del valle de Punilla; pero vale recordar que se debe realizar acompañado de un guía habilitado; los mismos se pueden contratar en Capilla del Monte; Los cocos o San Esteban; con buena condición física no hay demasiados inconvenientes para llegar; se recomienda buena cantidad de agua y ropa y calzado adecuado y programar el pase en horarios diurnos. Otra opción es contratar un excursión guiada a caballo.
Los Alazanes es el Dique ubicado a mayor altura en la Provincia de Córdoba. Desde 1939 hasta 1944 la tranquilidad de las sierras cordobesas se vio alterada por la construcción del dique enclavado a 1440m/s/n/m. El paredón que lo contiene es de 25 metros de altura elaborado con el más resistente hormigón; el agua que lo llena es del río Los alazanes.
El dique está rodeado por los Cerros Las Gemelas y el monumental Uritorco.
En la zona existe un refugio para guardapescas; para los pescadores se autoriza la peca de trucha con devolución en cualquier momento del año.
El paisaje único de Los Paredones, y la paz que transmite la naturaleza, hacen de este lugar una atracción
Los cuatro pisos tienen un recorrido guiado, con zombies, pantallas y efectos especiales.
La estructura vial se encuentra ubicada a 800 metros del citado paredón, tiene 325 metros de largo 26 de ancho y se alza 50 metros por sobre el nivel del embalse
Este poblado posee una ambientación especial, que permite al turista retroceder en el tiempo
El lusitano Antonio Ataide, hacia el 1700 mandó construir una capilla
Como casi todos los poblados del norte de la Provincia de Córdoba, Totoral tiene huellas de los aborígenes
reúne 17 postas y sitios de gran valor histórico, natural y cultural.
En 1941 la estancia fue declarada Monumento Histórico Nacional y a mediados de los años 50 fue inaugurado el Museo Jesuítico Nacional en el mismo lugar.
El lusitano Antonio Ataide, hacia el 1700 mandó construir una capilla bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.