![300 arroyo achiras 1](/download/multimedia.normal.8ac33d4153bc10f4.333030206172726f796f206163686972617320315f6e6f726d616c2e6a7067.jpg)
Achiras fue la principal Posta en el camino a San Luis y Mendoza. Otro lugar de interés en la zona es “El Ojito”, donde se mantiene el arte de los antiguos habitantes, los Comechingones, que plasmaron la cultura rupestre
Tal vez las historias de cementerio sean fruto de la imaginación de quienes las cuentan… Pero usted no escuchó un ruido extraño detrás suyo.
Calamuchita- ParavachascaEn enero de 2018 un grupo de trabajo de la Revista “Región del Maní” Visitamos el cementerio de la Ciudad de Alta Gracia, el objetivo del viaje al lugar era visitar la tumba de un Sacerdote que muchos años después de su muerte aún permanece incorrupto; al llegar al lugar nos entrevistamos con un grupo de trabajadores municipales que muy amablemente nos atendieron. El cementerio cuenta con un moderno sistema computarizado de registro donde con sólo introducir el nombre de un fallecido aparece en pantalla el lugar exacto de su sepultura, las calles del cementerio están ordenadas por letras y números. El objetivo de nuestro viaje periodístico no pudo lograrse ya que el Sacerdote ya había sido llevado del lugar, en total hermetismo para evitar visitas a su tumba; teóricamente estaría sepultado en la zona de Río Tercero pero nunca logramos que un familiar nos atienda el teléfono.
El limpio y ordenado cementerio de Alta Gracia también guarda historias de misterio y como en todas las Ciudades hay periodistas que van tras ellas; en la Ciudad de Paravachasca la investigación corrió por cuenta del periódico digital Resumen de la Región. Com; los periodistas locales encontraron a la persona indicada para contarlas; Juan Carlos “Tomate” Dessi un hombre de más de 70 de edad que fue encargado del cementerio durante más de 20 años; cuenta que por pelearse con un capataz municipal lo mandaron castigado al cementerio, pero siempre se sintió muy a gusto trabajando allí.
El sepulturero contó que un día encontró en el cementerio un sapo con la boca cocida encima de una foto sobre la tumba, a los pocos días estaban sepultando a la persona de la foto en una tumba cercana al lugar, seguramente la oscura brujería había surtido efecto.
En una época todos los días notaban de desaparecían letras sueltas de las que se usan para escribir los nombres de los finados; en silencio investigaban a cada persona que entraba al lugar hasta que descubrieron al autor de los robos. El precoz ladrón confesó que era una brujería que ponía las letras en un recipiente, formando el nombre de una persona y lo rociaba con un líquido que elaboraba para provocar la muerte del enemigo; el sepulturero desconoce si esa brujería surtió efecto.
Lo más sorprendente que le tocó vivir tras muchos años de sepulturero fue la historia de la foto de una mujer que falleció muy joven; la foto todas las noches desaparecía de su nicho y aparecía en otro lugar. Los trabajadores la ponían en su lugar pero al día siguiente volvía a desaparecer, hasta que un día la foto desapareció de manera definitiva. Según el mito urbano la jovencita era una bruja que quería ocultar el lugar donde ella había sido sepultada.
Tal vez no pase nada raro en los cementerios… Tal vez las historias de cementerio sean fruto de la imaginación de quienes las cuentan… Pero usted no escuchó un ruido extraño detrás suyo.
Achiras fue la principal Posta en el camino a San Luis y Mendoza. Otro lugar de interés en la zona es “El Ojito”, donde se mantiene el arte de los antiguos habitantes, los Comechingones, que plasmaron la cultura rupestre
Inaugurado en 2016 es uno de los monumentos a los héroes de Malvinas más bellos de los tantos que se erigen a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria
Listado por orden alfabético
según los lugareños habría sepultados difuntos parados en la tierra.
La reserva posee un nombre pseudo "originario" es decir falsamente indígena ya que la palabra mallín (lago o lugar pantanoso) es de origen mapuche
es relacionado con el Servicio Militar Obligatorio de décadas anteriores en Argentina donde se decía que era para “Correr, limpiar y barrer” pero en realidad la pronunciación es con acento en la última A (Colimbá) que rememora el nombre del más conocido de los caciques comechingones