COSQUÍN: Capilla Histórica San José (Zona Rural)

La fecha de construcción de la Capilla de San José es posterior a 1721 y anterior a 1745

Punilla Redacción Enamorate de Córdoba Redacción Enamorate de Córdoba
146 sanjose 0
146 sanjose 0

El camino a “La Cueva de Los Pajaritos”  nos conduce a la Capilla histórica y Cementerio San José; conducir 15 Km por un camino se sierra que ofrece a su paso paisajes increíbles.

El gobernador Juan Ramírez de Velazco, el 19 de agosto de 1588, entregó estas tierras en merced,  a uno de los cofundadores de Córdoba, el general Alonso de la Cámara.

Treinta años después, el alférez real, José de Quevedo compró estas tierras y dándole un fuerte impulso a la ganadería las convirtió en una importante estancia, la cual aparentemente es rebautizada con el nombre del patriarca San José. Como era habitual en la época dispuso todo lo necesario para que el establecimiento tuviera su propio oratorio.

Su nieto, el capitán don Francisco de Quevedo, el 28 de febrero de 1721 las vendió al general Ignacio de Ledesma Ceballos.

En un prolijo trabajo sobre esta capilla, el canónico Juan Trifón Moyano, quien fuera cura párroco en la Punilla por un largo período, se refiere a la posibilidad de distinguir dos manos distintas y dos épocas en su construcción: "la primitiva", construida por asperones ligados por argamasa que quemaban los indios en pequeñas hornallas de pirca seca entre los cuales colocaban en estrados por orden, leña, taquilla, terrones de caliza, varias veces superpuestos, a los que le daban fuego, resultando mal cocida la cal y la argamasa granulada. No obstante, por su calidad cualquier construcción formaba con el tiempo un monolito. La segunda o ensanche , construida de piedra y adobes quemados y argamasa de cal y mármol, quemada en hornos de bóveda y arena, en correspondiente proporción.

 El  mismo Ledesma, o tal vez sus descendientes, los León, fueron los que han adecuado el recinto sagrado a las necesidades del culto, ampliando la ermita existente, alargando y elevando paredes dando la fisonomía que aún conserva.

La fecha de construcción de la Capilla de San José es posterior a 1721 y anterior a 1745, año en que murió Ledesma Ceballos. La ampliación es, aproximadamente, de 1879. El 30 de abril de 1877, el cura interino Ambrosio Raynoldi, hace un inventario de bienes y aclara, “Campanario en grave peligro".

Esta pequeña capilla tiene reminiscencias del espíritu de la corriente puneña. Es de líneas muy simples y sus dimensiones corresponden más a un oratorio que a  una capilla.  La nave es rectangular con sacristía a la derecha, en correspondencia con el plano de la espadaña, la cual nace desde el piso y enmarca la entrada. Tiene dos aberturas para las campanas sobre las cuales hay una cornisa, terminando en un frontón triangular muy simple, con cruz de hierro.

La fachada principal está orientada al nor-noreste y posee un retroceso que genera un pórtico donde se pueden observar la última cabreada de par y nudillo, con el tirante asentado sobre canes labrados, más las terminaciones de las alfajías.

Como hecho significativo puede destacarse la decoración que posee la armadura de la techumbre próxima al presbiterio. Es la única capilla cordobesa del período virreinal en la que, manos indígenas, han decorado con círculos y lazos oblicuos con el agregado de una cabeza humana como motivo central, todo ello recordando los trastos de cerámica hallados en la región.

La puerta es de dos hojas con tableros muy simples, coronadas con un dintel labrado en el que se lee: LAVS / JHS / DEO.  Más arriba se puede observar una pequeña ventana coral. Interiormente, el pavimento es de baldosas cuadradas de ladrillos con juntas alternadas. El altar de mampostería es de líneas muy simples.

Dieciséis cuadros adornan el espacio de los muros, siendo los más importantes “el del señor San José de Vara y media y el de la Inmaculada Madre de Dios en la misma medida del anterior". Numerosos objetos de culto se conservan, mencionados en el inventario de 1670.

Lo verdaderamente significativo de la capilla son los objetos religiosos que guarda, de incalculable valor histórico y que la diferencian del resto de las capillas del valle de Punilla. Mucho tiene que ver la Familia Bustos, que desde hace más de ciento veinte años, ejercen la función de mayordomos de la capilla. La principal imagen es la de San José con el Niño en brazos, hecha en madera tallada y pintada al óleo. Además, una imagen de Nuestra Señora de la Purísima Concepción con su rústica corona de plata y dos pequeñas esculturas  de San Pedro y San Pablo, en sus peanas doradas, todas ellas de madera tallada y policromada.

 "Tiene esta construcción una particular importancia como testimonio de nuestro pasado puesto que, a diferencia de la mayor parte de los monumentos que de nuestro origen se conservan, ha soportado el paso del tiempo sin alterarse sensiblemente y aún guarda casi la totalidad de los objetos de las devociones de antaño".

Debe agregarse a su valor histórico, el hecho de que en  esta capilla de San José, el 29 de octubre de 1790,  según consta en la foja II del Libro I de Bautismos de la Parroquia de Cosquín, el padre Petroneo Pupili, bautizó e impuso los óleos a un niño de un año y dos meses de edad. Juan Bautista Bustos llevó por nombre y con el correr del tiempo será nuestro prócer, encargado de bregar por la organización nacional con criterios distintos a los del puerto. Será gobernador de la Provincia de Córdoba desde marzo de 1820 a junio de 1829.

145 sanjose 1140 sanjose 3139 sanjose 4

Te puede interesar
Lo más visto